Mi hijo ha muerto

Libro que trata sobre el sentido del dolor al haber perdido a un ser querido; aunque especializado para la pérdida de los hijos, es útil en cualquier tipo de duelo. La autora, teóloga y tanatóloga, experimentó en carne propia ese dolor y a partir de él se ha dedicado a ayudar a otras personas para que aprendan a vivir con su dolor, y no sólo a sobrevivir.
Ma. Elena De Icaza también escribió ¿El último adiós? y Un encuentro con la Tanatología.

Autor: Ma. Elena De Icaza
Medidas: 21 x 14 cm
No. de Páginas: 104
Papel: Bond blanco
Portada: Selección de color, plastificado brillante
Terminado: Hotmelt, retractilado

El último adiós

María Elena De Icaza, teóloga y tanatóloga, autora del ya reconocido libro Mi hijo ha muerto y de Un encuentro con la Tanatología, nos lleva de la mano en este caminar del duelo. Camino que nadie quiere recorrer, pero del que desgraciadamente, nadie está libre. A lo largo del libro, encontraremos las culpas, los museos, los perdones, el testimonio de vida... simples herramientas que nos ayudarán a encontrarle sentido al dolor, a través del amor, y a hacer más ligera, o menos pesada la carga del sufrimiento.

Un encuentro con la tanatología

Ma. Elena De Icaza, autora también de los exitosos Mi hijo ha muerto y ¿El último adiós? ahora escribe este nuevo libro en el que nos explica qué es la tanatología y toca puntos importantes como fundamentos tanatológicos, asuntos administrativos, normas éticas, sentido de responsabilidad, cultura sanitaria, abuso tanatológico, responsabilidad, tanatología y la niñez, espiritualidad, la enfermedad y la muerte, qué es un duelo, duelos enfermos, pérdidas y perdón, entre otros.
Un encuentro con la tanatología es sin duda, el libro para quien quiera aprender qué es la tanatología y para qué sirve; así como para estudiantes y tanatólogos que desean profundizar en el tema.

Un regalo después de tu partida

“Este relato, que es mi testimonio, tiene la intención de compartir contigo mi proceso de duelo, al que le he dado un significado, un para qué. Espero que estas líneas sean un bálsamo para tu corazón herido, que encuentres la fuerza para continuar, que recapacites quizá sobre tus errores y que el trayecto que te queda por vivir sea menos doloroso; es más, que la sonrisa y la alegría vuelvan a ser parte de ti, porque así como celebramos la vida, hay que dejar ir y respetar a la muerte y esto sólo lo podremos comprender cuando empezamos a trabajar en nuestros desapegos y entender que los hijos son sólo prestados y que en su momento hay que dejarlos ir y entregarlos con amor a su origen: Dios”. Marichu González Restrepo escribe este libro un año después de la muerte de uno de sus hijos y lo hace para compartir, como ella dice, la experiencia antinatural de perder a un hijo; para sacar todo su dolor y para que otros padres vean que sí se puede seguir adelante.

¿Y cómo se lo digo? si sólo es un niño...

En un momento donde la Tanatología tiene mayor auge y cada vez somos más conscientes de la necesidad de aprender a manejar los duelos, la autora, tanatóloga Dulce Ma. Rojas escribe este libro para ayudar a los niños a enfrentar las pérdidas; y a los adultos les brinda las herramientas necesarias para guiar a los pequeños. Contiene actividades sugeridas.

El cuidador pirmario

Dentro de una situación de enfermedad las personas que se responsabilizan del cuidado de un enfermo: su comida, sus medicamentos y visitas al hospital; que cuidan su higiene, sus horarios, lo acompañan, le leen algún libro o le buscan algún otro tipo de distracción, son quienes juegan un papel fundamental en este proceso. Estas personas son los cuidadores primarios, personas que tienen el don de la paciencia y del amor al prójimo y se entregan a veces más allá de su propia fuerza y hacen que la vida diaria sea un poco más ligera para los enfermos y la familia. La importancia de que ellos se reconozcan como tales para que aprendan cómo cuidar al enfermo y cómo cuidarse a sí mismos, así como la necesidad del apoyo de la gente cercana, es el trabajo que desarrolla J. Francisco Jiménez a lo largo de estas páginas.

La tanatoloía y la vejez

Este libro es un verdadero regalo de sensibilidad y metodología para todos aquellos que están cerca de un adulto mayor; es un libro que nos lleva a vivir un humanismo profundo, con disposición a acompañar y servir sin juzgar. Cada adulto mayor debe trabajar en sus pérdidas y aprender a resolver sus asuntos pendientes; es imprescindible ayudarles a comprender, a valorar su vida y a desechar lo que les hace daño; lo es también que conozcan el camino del perdón y anden ligeros de cargas. Este libro es un himno de vida para reconocer lo valioso de su existencia y el honor que implica ayudarlos a partir serenos y en paz.

Flor, mi más grande amor y mi más grande dolor
Testimonio de un padre sobre el suicidio de su hija

Este libro refleja el sentir completo de nuestro espíritu cuando lo más amado, lo más querido, uno de los sentidos de nuestra vida, decide morir. El suicidio nos deja flotando a la deriva, sin rumbo, sin entendimiento ni ilusiones a futuro, porque ese futuro ha sido truncado por una muerte que le da final a una parte de nuestra historia.
Nuestro autor, generosamente, comparte la dolorosa experiencia del suicidio de su hija con el deseo de que sirva de aliento y de luz para quienes han vivido o están viviendo algo igual. A través de sus páginas comprendemos que a pesar del dolor y la incertidumbre se puede seguir adelante y un día volver a reír, volver a ser feliz y volver a estar de pie.

El perdón
vivir en libertad

El perdón da un estado de salud física, mental y emocional. Mientras no perdonamos, vamos por la vida cargando una piedra que condiciona nuestros pensamientos y nuestros actos. El pasado es pasado, ya se fue y yo decido ser feliz, por eso tomo para mi vida lo que necesito y lo demás lo dejo donde está.
La autora, Martha Castañeda, filósofa y tanatóloga, nos enseña que el perdón es un regalo para ti mismo, te lo mereces sólo por el hecho de ser quien eres. Abrir este regalo es tu derecho y estas reflexiones te ayudarán a ir descubriéndolo para que lo disfrutes a partir de hoy. Recuerda que perdonar es invertir en tu propia felicidad.

Lucero por siempre
Crónica de la muerte de un hijo

La muerte de un hijo siempre es una sinrazón, nunca va a tener lógica ni justificación. Se “supone” que los jóvenes no mueren y cuando esto ocurre aparecen el enojo y los cuestionamientos; el piso deja de existir y el mundo se vuelve pedazos.
Alejandrina Martínez, nuestra autora, vivió en carne propia la muerte de su hija, provocada por un accidente. Ella nos narra de manera sencilla su historia; la angustia que empezó desde que Lucero, su hija, no llegó a casa a la hora convenida; y las muchas experiencias que tuvo que vivir; y con una actitud solidaria y hermosamente humana nos enseña que es posible seguir a pesar del dolor, que es posible volver a reír y que aunque nuestra vida cambie para siempre, es posible retomarla.